Uno de los tantos fantasmas que agitan los que se oponen a la extracción de minerales, señalan que esa actividad provoca enfermedades, aunque recientes estudios realizados en proximidades de un yacimiento lo desmiente.
Así lo explicó el director de Investigación de la Fundación de estudios infectológicos, Diego Fridman.
El especialista realizó un relevamiento que titularon como “el caso Catamarca” donde investigaron si la explotación de la mina “Bajo de la Alumbrera” provocó algún tipo de afección respiratoria o alguna patología adjudicable a la actividad extractiva entre la población cercana.
“Quedó establecido estadísticamente que no existieron casos de afecciones respiratorias por la actividad minera” subrayó Fridman en diálogo con radio Chubut.
Por el contrario, el especialista dijo que la investigación sirvió para establecer otras enfermedades, sobre todo infectológicas, que nada tenían que ver con la minería pero que de cualquier manera sirvió como aporte para las autoridades sanitarias de esa provincia norteña.
Fridman dijo que sería muy importante contar con datos estadísticos sobre la actualidad sanitaria de las zonas próximas a posibles yacimientos mineros del Chubut para, si eventualmente se hacen las explotaciones, poder cotejar luego si existieron cambios en el comportamiento sanitario de la población.
“Entre diciembre de 2009 y septiembre de 2010 hicimos un estudio muy interesante para evaluar el estado de salud de la población en áreas de influencia de la actividad minera en Catamarca, evaluamos muy profundamente su estado de salud mediante evaluaciones clínicas y estudios complementarios, y en esa población no hallamos ninguna patología que pueda ligarse a la actividad minera, lo que sí encontramos fueron enfermedades endémicas y problemas habituales como hipertensión arterial.
También hicimos una evaluación estadística de las principales causas de muerte en toda la provincia. Comparamos estas mismas regiones de la provincia con la provincia en general y con las estadísticas nacionales y no encontramos que hubiera ninguna disparidad en el oeste catamarqueño en lo que tiene que ver con cáncer, que era una preocupación que surgía en la población.
Nosotros recorrimos mucho Belén, Andalgalá, Santa María, que son las zonas próximas al emprendimiento minero, conversamos con los directores de los hospitales, con personas que encontrábamos y expresaban ciertos temores y como el Dr. Stamboulian nos dice que tenemos que diferenciar los mitos de las realidades y es allí donde enfocamos el tema.”
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