martes, 4 de noviembre de 2014

El concepto de Licencia Social: su significado y alcance

Licencia Social es una combinación de palabras que se ha instalado con fuerza en todo lo que tiene que ver con las actividades de exploración y explotación de recursos naturales y con mayor preferencia en las actividades extractivas como la minería y el petróleo. Ya forma parte del mundo cotidiano de estas industrias y unos la utilizan como una especie de salvoconducto o permiso, y otros como consigna contra la pretensión industrial. Pero no siempre el uso o significado que se atribuye es el correcto. Ni siempre se entiende cuál es su fuerza normativa para el desarrollo de un proyecto de inversión.

favio casarin

El concepto de Licencia Social ha sido desarrollado por diferentes autores y tiene distintas definiciones, sin embargo todas ellas convienen de manera general en que se trata del consentimiento libre, previo, informado y continuo de una comunidad local y sus grupos de interés para realizar proyectos de inversión. Dicho consentimiento debe darse sobre la base de la participación de la comunidad en los procesos de toma de decisiones.

A diferencia de las licencias formales -que otorga el Estado basado en una legislación que le da sustento- la Licencia Social no se rige por ningún documento, sino más bien es un instrumento informal aplicado voluntariamente y constituido sobre la base de acuerdos mutuos entre la empresa y la comunidad.

El concepto de una Licencia Social informal como hemos descripto es compatible con las normas legales en países que operan bajo los principios del derecho consuetudinario, tales como los países anglosajones. Sin embargo, el concepto se complica en países tales como los latinoamericanos, que operan bajo los principios de la ley positiva, según la cual solamente la autoridad oficial puede otorgar una ‘licencia’. En consecuencia, mientras que las comunidades y la sociedad civil están dispuestas a ver una Licencia Social en términos de una relación dinámica y continua entre la compañía y sus grupos de interés, los reguladores (y, a su turno, muchas compañías) ven la licencia en términos de un permiso formal, ligado a tareas y eventos específicos en los cuales el regulador toma el rol central al otorgar la ‘licencia’.

Nuestro marco normativo no regula la Licencia Social como tal, sin embargo existen diversas normas que versan sobre los mismos aspectos que dicho concepto contempla o que son de común aplicación. La Licencia Social está prevista en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas, en su art. 1, inc. 2, donde afirma que los pueblos son libres de determinar sus riquezas y recursos naturales sin privárseles de sus medios de subsistencia. También revisando nuestra Constitución Nacional pueden extraerse algunos valores normativos, pero no son suficientes como para darle fuerza de regulación legal.

Por ello, algunas empresas o inversionistas, observan a la Licencia Social como un tema secundario, posterior, y en algunos casos ni siquiera analizable al comenzar un proyecto. Es un gran error, ya que el concepto de Licencia Social, no solamente tiene consecuencias en lo fáctico como vemos a menudo –comunidades que por ejemplo paralizan o impiden un proyecto de inversión-, sino que tiene consecuencias jurídicas, ya que integra –ya cada vez lo hará con mayor fuerza- el Sistema Jurídico.

En su obra”El Concepto de Dercho”, H.L.A. Hart hace una distinción entre las Reglas del tipo básico o primarias, y las Reglas secundarias. Las primeras son aquellas que prescriben que los seres humanos hagan y omitan ciertas acciones, lo quieran o no. Imponen deberes. Se refieren a acciones que implican movimiento o cambios físicos. Las segundas son aquellas que establecen que los seres humanos pueden, haciendo o diciendo ciertas cosas, introducir nuevas reglas del tipo primario, extinguir o modificar reglas anteriores, o determinar de diversas maneras el efecto de ellas, o controlar su actuación. Confieren potestades, públicas o privadas. Prevén actos que conducen también a la creación o modificación de deberes u obligaciones.

Hart enlaza estas dos tipos de reglas, con su concepto de Regla de Reconocimiento, que es la que suministra los criterios para determinar la validez de otras reglas del sistema. Es en sentido una regla última que proporciona criterios para la determinación de la validez de otras reglas. Algunos autores afirman respecto del carácter jurídicamente último de la regla de reconocimiento que: la validez jurídica de otras reglas del sistema puede ser demostrada por referencia a ella, su propia validez no puede ser demostrada, sino que se da por admitida, es postulada o es una hipótesis.

Es decir, que el concepto de Licencia Social en la actualidad, viene a ser una especie de Regla de Reconocimiento, que si bien no está escrita, ni definida en sus parámetros, otorga la validez suprema a las otras normas legales que habilitaron por ejemplo una concesión minera o petrolera. Por lo tanto, podemos concluir en que la Licencia Social, si bien no es una norma jurídica positiva, sí integra el Sistema Jurídico. Y no solo lo integra, sino que ocupa el lugar principal en la validez de un proyecto de inversión.

En la práctica vemos que así funciona el concepto de Licencia Social transformado en Regla suprema, ya que ningún proyecto de inversión puede ni siquiera comenzar sin el paraguas de esta Regla, aún cuando tenga todos los permisos legales.

También es observable, que el concepto de Licencia Social tiene mayor fuerza normativa que las reglas comunes o positivas, ya que aparece desde el primer esbozo del proyecto de inversión, lo acompaña a lo largo de la vida del mismo, y perdura una vez finalizado con las tareas de remediación ambiental y recomposición social de los pueblos involucrados.

Aún falta para que este concepto tenga arraigo en los sectores involucrados. Tal como está planteado, es un gran desafío para todos. El mayor de los desafíos, ya que tiene en cuenta nada menos que la interrelación humana. Lo humano con lo técnico. Vamos en camino. Pero ese camino debe acelerar los pasos. Hoy poseer la Licencia Social es tan importante como conseguir el financiamiento de un proyecto. Quien no lo entienda así, y no le de la importancia que el tema merece, tal vez consiga el financiamiento, pero lo que no conseguirá es poner en marcha el proyecto.

Fuente: http://elinversoronline.com/2014/11/el-concepto-de-licencia-social-su-significado-y-alcance/

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